martes, 30 de diciembre de 2008

Bruno y Paula

Nombre: Bruno
Edad: 22 años


Bueno… mayormente he entrado en esta agencia de contactos porque, para que te voy a engañar, quiero dejar mi trabajo de gruista y vivir a la bartola. ¿Y como? Muy fácil: Casarme con alguna que tenga billetes. Así que en el formulario les puse que, como preferencia, una chica con más de 35 años y, eso si, que tenga dinero… ¡mucho dinero!

Nombre: Paula
Edad: 42 años

Una amiga mía, en el funeral de quien fue mi marido, me dijo que había una agencia de contactos para conocer gente y tal y pensé: “¿Por qué no apuntarme? Si, total, ¡la herencia la tengo!” Así que manos a la obra me puse y esta es mi primera cita.

Lugar de la cita: Pub La Terapia del Whisky
Hora: 17.00 horas

B: ¡Oii! ¿Tú eres Paula?
P: Si. Tu Bruno, ¿no?
B: Si, si. ¡Dame dos besos, mujer!

Bruno: La verdad que le costó, le costó arrancar… sobretodo con el tema de los dos besos de presentación… supongo que en sus tiempos no se daban dos besos para presentarse ¿no? ¡Jajaja!
Paula: La verdad que me gustó, lo que es el físico y su forma de vestir me gustó. Se nota que, a pesar de lo joven que es, es formal y no va con interés.

B: ¿Y como que te apuntaste a la agencia?
P: Pues la verdad que me aburrí de quien fue mi marido. Le dio un infarto al corazón y se quedó allí. Recibí la herencia ya que era empresario de una empresa importante de papel higiénico y la verdad que tras 13 años casado con el, quiero probar carne joven…tu ya sabes ¡jajaja!

Bruno: ¡Sois la hostia! ¡¡¡Una herencia de un empresario!!! Madre mía… de coches lujosos que me voy a poder comprar….

B: Yo me apunté porque un hombre tan maduro como yo esta harto de ir a las discotecas y conocer niñas, porque son niñas, que solo quieren a un tío con un Audi o un BMW y folleteo de solo una noche y luego “si te he visto no me acuerdo”. Y yo no quiero eso: yo quiero que mi pareja sea estable y como eso no lo voy a encontrar en las chicas de mi edad pues prefiero salir con mujeres un poco mayores que yo.

Paula: Se nota que sois una agencia seria. Tal como rellené en el formulario lo habéis cumplido. ¡Es que exactamente lo que yo buscaba! Un chico joven pero con la sesera bien puesta.

B: Ummm… unos 30 años te hecho, mas o menos…
P: Que va, que va. Tengo… 42 años…
B: ¡¿42 años?! Perdona, Paula, pero no te creo. ¡No aparentas esa edad!
P: ¡En serio que los tengo! ¡Jajaja!
B: ¡Estas de coña, mujer! Que no, que no me lo creo.

Bruno: ¡Joder que no! Se nota que ha pasado por muy mala vida… ¡yo le echaba unos 50 años!

B: Bueno… ¿y como te encuentras ahora? A pesar de que haya fallecido tu marido te encontrarás un poco triste, ¿no?

Paula: ¡Que hombre más atento! Se notaba que se preocupaba por mi y todo. ¡Un, un, un señor de los pies a la cabeza!

P: La verdad que no tan mal… él y yo no nos llevábamos muy bien… el siempre diseñando papeles mas absorbentes y yo más aburrida que todo… Si en el tiempo que estuvimos casados, sin engañarte, lo hicimos unas 10 veces…
B: Tú por eso no te preocupes… ¡Que soy un tigre! ¡Jajaja!
P: ¡Jajaja! ¡Que gracioso que eres! Pero bueno… a pesar de eso, tras morirse, me dejo una herencia muy buena…

Bruno: Joder… me froto las manos nada más pensarlo… me veo como el pato ese rico de Disney: bañándome en una piscina llena de dinero…

P: ¿Y de coches? ¡Lo que me ha dejado de coches! Audis, BMW, Wokswagen, Mercedes, Lamborgini…

Bruno: ¡Cuando me vean mis amigos con un Lamborgini! ¡Se van a comer sus Seat Leones, Sus Civics y sus Golfs!… madre mía…

P: Aparte, los tres chalets que me ha dejado: uno en Marbella, otro en la misma costa de Cabo de Gata en Almería y otro no se donde estará… También una pila de terrenos y muchos apartamentos, ¡muchísimos!

Bruno: ¡Las fiestas que voy a liar allí!

B: Yo te digo una cosa, Paula. Con toda la sinceridad del mundo: Yo no busco el dinero. Yo solo quiero darte la mayor felicidad del mundo, y que esos trece años que has pasado mal con el empresario de papel higiénico este, pases el doble conmigo y ¡mejor!
P: ¡Oiii! Bruno… que bonito lo que me acabas de decir…

Paula: Fue precioso lo que me dijo… si ya me gustaba de antemano, con lo que me dijo ya me enamoró.

P: Bruno… no me gusta ser así, directa y que te asustes pero… me apetece besarte.
B: ¿¿¿Cómo???

Bruno: Ahí se me notó, se me notó. Pero yo no quería besar a una tipa de unos 50 años ¡Que no!

B: Es que… te comento: resulta que me ha salido unas vejigas en la boca y no quiero que se te pegue… me gusta mucho cuidar a los demás… y lo que no quiero es hacerte un daño tan grande como que te salga una vejiga en la boca… no, no, no.
P: Bueno… pero por un beso no va a pasar nada… es que lo que más me apetece…
B: ¿Y no te apetece una… ¡una Coca – Cola!? ¡Camarero! ¡Una Coca – Cola para esta señora… se, señorita! ¡¡Camarero!!

Bruno: Y en el momento que me cogió de la mano… ¡madre mía! Me puse de los nervios…

B: ¡¿¿¿Qué haces???!
P: Cogiendote de la mano, ¿Qué voy a hacer?
B: Pero aquí en publico no, mujer, aquí no.
P: ¿Te da vergüenza de que la gente piense que sea tu madre?
B: ¡No, chiquilla, no! ¿Cómo puedes pensar en eso?

Paula: Ya no me gustaba tanto… a mi me daba la sensación que, fuera, no quería que la gente nos viera juntos…ni un beso, ni cogernos de la mano… ¡nada! Así que antes de que fuera tarde, se lo solté.

B: Pues si, Paula, pues si, pues si. Me da cosa de que la gente nos vea.
P: Pero si me dijiste que lo que querías era una mujer como yo…
B: Pero, Paula, ¡la gente va a pensar de que eres mi madre!

Bruno: ¡Ahí ya la cagué del todo! Ya me quedé sin BMW, sin piscina llena de monedas, sin fiestas en el chalet de Marbella… ¡Todo al carajo!

P: De verdad, me dais pena la juventud de hoy en día… siempre pensando en lo que la gente dirá…
B: ¡Buah! ¡Y que lo digas! ¡Anda que no dirán nada mis amigos cuando me vean con un chalet solo para mí!
P: ¡¡¡¿¿¿Comooo???!!! ¡¡¡¡¿¿¿¿Un chalet solo para ti????!!!!
B: ¡Ui!... ¿He dicho eso en voz alta?

Bruno: Parece que no, pero os juro que se me escapó. No quise decir eso, pero como ya estaba harto de la vieja…

P: ¡¡Vete a la mismísima mierda, Bruno!!

Paula: ¡Claro, claro! Me levanté muy cabreada, con todas mis fuerzas. Este, que quería aprovecharse de mis pertenencias... ¡Por favor!

B: ¡Tranquila, tranquila! Se que volverás a pedirle a la agencia otra cita conmigo… Camarero, un Martíni Blanco por aquí, por favor, que lo paga la abuela.

Bruno: Se que volverá a pedir otra cita conmigo ¿Qué os creéis? Ya me llamareis, veras.
Paula: Me fui. Pagué las bebidas, porque, la verdad, si tengo que esperar a que este lo pague, vamos apañaos.

2 comentarios:

Místico Atormentado dijo...

Jajajajaja

Bueno, bueno, esto empieza con buen pie... Desde luego es original, y no sé en qué serie te has inspirado (ya sabes que el botón de mi televisión tiene telarañas de la de tiempo que hace que no lo pulso), pero no se me habría pasado por la cabeza un esquema así para una historia. Es muy visual, sí señor, muy bien.

Saludos

Anónimo dijo...

neneeeeeee, yo sí he visto la serie esa de impares, pero creo que me gustará mucho más el libro, porque lo que es la peli..... jjejejeje, suerte con el blog, y voy a seguir leyendo, que llevo retraso